El tema más serio (I)

En esta entrada encontraréis algunos enlaces de lugares en los que se trata el tema más serio y problemático de todos cuantos conciernen a nuestra relación con los animales no humanos. Es más, en mi opinión, es el tema más importante de toda la ética aplicada. Consiste en un problema que surge cuando nos enfrentamos al hecho del sufrimiento y muerte que los animales no humanos padecen ya no por su explotación a manos humanas, sino por la depredación y otros fenómenos que suceden independientemente de esta. (Podéis ver la segunda parte de esta entrada aquí).

Sucede que este hecho es en ocasiones apelado por quienes buscan legitimar posiciones especistas. Afirman: los animales no humanos también se agreden unos a otros, por lo tanto está plenamente justificado que por nuestra parte los explotemos como recursos. Este argumento resulta muy pobre. No se argumenta del mismo modo, por ejemplo, cuando estamos ante otros fenómenos, como la guerra, violaciones, u otro tipo de agresiones entre seres humanos. Y si tenemos la capacidad de evitar causar daño, ¿por qué no vamos a hacerlo?

Por otra parte, es comprensible que la primera pregunta que nos planteemos sea: “¿qué estoy haciendo contra los animales no humanos?”, más que “¿qué estoy dejando de hacer a su favor?”. Con todo, esto no quita que la cuestión del daño que sufren los animales independientemente de nuestra acción no deba ser tratada. En particular, si adoptamos un punto de vista no especista. Después de todo, la mayoría cree que hay razones para, por ejemplo, rescatar a una o a un montañista atrapado en la nieve.

Este problema se trata en un artículo de Alan Dawrst que podéis encontrar aquí en inglés (original), y aquí traducido al castellano. Es un texto muy controvertido, sin duda. No podría ser de otra forma, dado lo problemático e incluso paradójico del tema. Por otra parte, sus cálculos en algunos lugares pueden ser muy tentativos. Con todo, creo que plantea cuestiones que es interesante considerar.

También se trata la cuestión en este otro texto del blog Pensamiento vegano.

Otra aproximación al asunto se pueden encontrar también aquí. En este texto, Peter Singer considera la cuestión de modo muy prudente, si bien se puede ver la dirección de su planteamiento. Una posición en cierto modo semejante a la que se plantea en su libro puede encontrarse asimismo en la obra de Steve Sapontzis Moral, Reason, and Animals (Philadelphia: Temple University Press, 1987).

La cuestión radica en que deríamos cuestionarnos la actitud, muy común, de indiferencia o incluso disfrute ante el sufrimiento y la muerte de los animales por causas naturales. El siguiente vídeo muestra de forma muy clara un ejemplo de tal actitud:

Estoy convencido de que debemos abandonar tal actitud de desprecio por la suerte de los animales, y reflexionar sobre si esta es verdaderamente aceptable.

9 comentarios sobre “El tema más serio (I)

  1. Estoy de acuerdo con Óscar Horta es que este es el tema más serio. El número de individuos que sufren y son matados en la naturaleza excede con mucho al número de individuos que sufren y son matados en granjas, mataderos, circos, laboratorios, piscifactorías y otros lugares de explotación animal.

    Si cambiamos radicalmente la visión moral que tienen los seres humanos sobre los demás animales, ello debería tener consecuencias sobre los animales no-humanos. En la actualidad se defiende la vida de los humanos cuando estos son atacados por otro humano, aunque el agresor sea un individuo amoral (por ejemplo, cuando el agresor es un psicópata incapaz de comprender las consecuencias de sus actos). Si modificamos la visión moral sobre los animales no-humanos, habría que incluir también a los animales no-humanos en la esfera de consideración moral, lo cual supondría defender su vida frente a agresiones de otros animales no-humanos. Si rechazamos una postura antropocentrista deberíamos rechazar también la idea de que sólo han de ser defendidos los humanos frente a agresiones.

    Hay que señalar que esta posición es perfectamente compatible con el deontologismo. Un deontologista es partidario de intervenir para que no sean vulnerados los derechos fundamentales de un humano cuando un individuo amoral va a vulnerar esos derechos. La idea de que sólo los humanos merecen una protección social de sus derechos fundamentales es antropocentrista.

    Si alguien no está de acuerdo con que el auxilio sea un deber moral, debería asumir lo que se deriva de su postura si es que es antiespecista. Puede rechazar auxiliar a los animales que son víctimas de otros animales, pero también debería rechazar entonces (si es que antiespecista, repito) ayudar a los humanos que son víctimas de otros humanos. Por ejemplo, cuando un humano va a ser atacado por un psicópata amoral.

    Aunque una postura que combine el anticonsecuencialismo y el antiespecismo tiene otros problemas. Para empezar, que difícilmente se puede hacer activismo, porque el realizar concentraciones, editar libros, etc., supone la muerte de animales. Obtener papel para editar libros supone la muerte de un gran número de insectos, por ejemplo. Este hecho es siempre pasado por alto desde quienes defienden posiciones deontologistas en el movimiento por los derechos de los animales, pero no puede ser ignorado.

    En realidad la despreocupación por los animales que viven en la naturaleza es una consecuencia más del especismo. Cuando un humano se pierde en una montaña, se movilizan helicópteros y equipos de rescate. Cuando un animal no-humano sufre en la misma montaña, nadie se preocupa por él.

    Con todo, nadie dice que haya que realizar una intervención masiva ahora mismo. Ello tendría consecuencias negativas indeseadas con total seguridad. No obstante, en el futuro, con la tecnología y los conocimientos científicos suficientes, sí podrían realizarse intervenciones en la naturaleza para reducir el sufrimiento (si es que se asume una postura utilitarista, prioritarista o igualitarista). O bien para que no sean vulnerados los derechos fundamentales de los animales (si es que se asume una postura deontologista).

  2. Hola a todos:

    Considero que sí debe discutirse este tema entre los antiespecistas. Creo que justamente es ahí que se pone a prueba la consideración moral de los animales. Creer que el sufrimiento de los animales en la naturaleza debe dejarse de lado me parece casi igual de egoísta que la actitud que no toma en cuenta el sufrimiento de los animales explotados.

    En todo caso, como aún no tenemos ni idea de cómo abordar el problema, se hace necesario empezar a debatirlo. Yo me inclino, eso sí, a hacerlo entre los activistas ya antiespecistas, y claro, en los círculos académicos también. Sí consideraría poco estratégico sacar este tema en campañas o en difusión general, y creo que es así como también lo piensan Dani y Oscar (si me equivoco, corríjanme). Justamente antes de plantear estrategias o caminos de acción respecto a esto, es que se debe empezar a discutir el tema o, al menos, tenerlo presente, como antiespecistas que somos.

  3. Hola,

    En mi opinión, el tema de la depredación en la Naturaleza es también una de las cuestiones más complejas y paradójicas: animales «diseñados» para vivir a costa de otros y que en cierta medida regulan las poblaciones de éstos y las suyas propias dando la sensación de un «equilibrio ecológico» pretenden ser obligados a vivir en paz los unos con los otros por medio de la técnica de un animal cuya ética le ha llevado a ser vegano.

    Supongo que si somos veganos será con la finalidad de acabar con el sufrimiento de las víctimas y no sólo para quitarnos la culpa de encima. De nada les sirve a quienes no sufren por nuestra culpa que sintamos que ya hemos actuado como debíamos siendo veganos.

    Los problemas que veo para acabar con el sufrimiento que produce la depredación en la Naturaleza son los siguientes:

    – Prácticos: ¿Cómo evitar la depredación de millones de pequeños seres sintientes?

    – Ecológicos: ¿podría subsistir un ecosistema en ausencia de depredación? ¿la ausencia de depredación podría producir un problema que produzca mayor sufrimiento?

    – Otros.

    Para finalizar quisiera aclarar que mi postura sensocentrista es de grado, no absoluta, en ella no considero el dolor aislado, por sí mismo, sino el grado de evolución de emociones y sentimientos que lo acompañan en ese individuo, podríamos llamarlo un sensocentrismo especista o gradual. Desde este punto de vista, y en un mundo de homo sapiens veganos, la eliminación de la depredación se debería hacer de manera gradual, empezando por los animales más evolucionados.

    Creo que el tema de la depredación en la Naturaleza es importante, pero siempre partiendo desde un mundo vegano para que el intento de acabar con el sufrimiento de las víctimas no sea ridiculizado por la mayoría no vegana. Como ya han comentado, es un tema más interno del movimiento que estratégicamente correcto. Podemos ser veganos independientemente de lo que hagan los demás y del sufrimiento que exista en el mundo, es nuestro deber, pero éste también tiene una finalidad.

    Saludos,

    David.
    Respuestas Veganas.

  4. Hola

    Creo que este tema es efectivamente muy importante por cuanto, en el momento en que afirmamos que los seres sintientes deben ser respetados, no podemos excluir a ciertos seres sintientes de nuestras preocupaciones éticas según si sus agresores son humanos o no.

    Creo que hemos de observar la cuestión desde el punto de vista del planeta en el que vivimos: un planeta que ya «viene defectuoso de fábrica», en el que es imposible eliminar el sufrimiento porque para que vivan unos deben morir otros. Un planeta en el que el «ahimsa» es sólo un ideal al que se tiende, pues nunca será posible alcanzarlo totalmente.

    Por esta razón es arriesgado tomar posturas absolutas, y es a mi juicio más acertado tomarlas relativas. Una postura relativa es «causar el menor sufrimiento posible» (a nivel individual) o «obtener un sistema lo más justo posible (a nivel global). Puesto que no podemos obtener un sistema 100% justo ni vivir causando daño cero. Y creo que este tipo de respuestas es el que mejor podemos utilizar en estos casos.

    En un mundo lo más justo posible eliminaríamos todo el daño que podamos eliminar, para ello el primer paso es adoptar una forma de vida lo menos violenta posible -el veganismo- (y ahí tiene razón Luis en que es donde a día de hoy tenemos más trabajo). Y el segundo paso sería intervenir en todo el sufrimiento que se pueda evitar. Que será, por el momento en muy pocos casos, pues como dice David, en un plano práctico es imposible salvar a los billones de animales depredados, y en el teórico, las consecuencias de eliminar la depredación son totalmente imprevisibles, y por supuesto muy bien podrían implicar ese sufrimiento que estamos tratando de eliminar.

    La respuesta de postergar la cuestión hasta que tengamos la tecnología o los medios para intervenir es también una postura relativa. Aunque desde luego a día de hoy parece imposible que tengamos alguna vez medios para intervenir. Y si los tenemos, se deben estudiar muy bien las consecuencias de dicha intervención, para lo cual habría que estudiar muy bien cada ecosistema, establecer modelos predictivos de las consecuencias teniendo en cuenta a todos los afectados… pero en fin, la tecnología que tenemos hoy también sorprendería mucho a quienes vivieran en el Neolítico.

    Lo que desde luego comparto con Oscar es que no tiene ningún sentido rechazar el intervencionismo per sé – cuando el ser humano lleva interviniendo en la naturaleza toda su historia. En realidad todos los animales «intervienen» en la naturaleza, cada uno según sus posibilidades físicas y cognitivas.

    Un saludo y esperamos esa segunda entrada con textos en castellano -en inglés a mi cada vez se me hace más cuesta arriba leer nada….

  5. «Pero esa otra idea, que sostienen los partidarios de la ultradomesticación como Alan Dawrst (y parece que tú mismo también), de que nosotros, los seres humanos, DEBEMOS interferir sin medida en las vidas de todos los animales no humanos libres para prevenir y remediar los daños que estos sufran ya sean por agresión, accidente o enfermedad, es algo que se antoja poco menos que descabellado por no decir peligrosamente fantasioso.»

    Decir que algo es»descabellado»no constituye un contrargumento y si por «fantasioso» te refieres a «muy dificil de lograr» pues de ese hecho no se deriva que no se debe hacer. De hecho la abolición de la explotación animal típica es también muy dificil de lograr e igual se intenta.

    Evidentemente a un lego en el tema no se le va hablar de este tema pero para alguien que ya asumió lo del veganismo típico pues no veo problema.

  6. Gracias por el apunte, Andre, he quitado el enlace pues ya se había dado de baja esa página

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