Un poco de memoria

Escribo esta entrada debido a que ayer fue 3 de abril y, aunque estuve buscando en distintos sitios, no encontré prácticamente ninguna alusión a este día por parte de quienes se oponen a la explotación animal. Por eso querría contaros algo que sucedió en esa fecha. Es algo que me parece que no estaría mal que pasase a formar parte de nuestra memoria colectiva.

El sábado 3 de abril de 1993, Tom Worby participó por primera vez en un sabotaje de la caza de zorros. Este tuvo lugar en los alrededores de Graveley, una localidad cercana a Cambridge, en el Reino Unido. Allí murió. Tenía solamente 15 años.

Su muerte tuvo lugar al termino del sabotaje. Este había transcurrido con éxito, lográndose impedir que los cazadores llevasen a cabo su matanza del modo habitual. Ante esto, los cazadores decidieron recoger e irse. Subieron a los perros con los cazar en su furgoneta y procedieron a abandonar el lugar.

Esto podía significar dos cosas para los saboteadores y saboteadoras. Quizás los cazadores se estaban retirando definitivamente. Pero quizás lo que estaban haciendo era desplazarse a otro lugar. Ante la posibilidad de que lo que estuviese sucediendo fuese esto último, los saboteadores se situaron en el medio de la carretera. Con esto, buscaban intentar ralentizar el paso de la furgoneta (y, así, dejar menos tiempo para la cacería).

Sin embargo, cuando el conductor de la furgoneta, el cazador Alan Ball, vio que los activistas estaban en medio del camino, no frenó, sino que aceleró. Ante esto, los saboteadores intentaron saltar a toda prisa a un lado de la carretera. La mayor parte lo consiguió, pero a Tom Worby no le dio tiempo y quedó enganchado en la furgoneta. Esta comenzó a arrastrarlo a gran velocidad.

La reacción del conductor cuando esto sucedió no fue decelerar o frenar. Por el contrario, y a pesar de los gritos de Tom, continuó acelerando. Finalmente, Tom acabó cayendo, y yendo a parar debajo de la rueda trasera izquierda de la furgoneta, que lo atropelló. Los demás saboteadores intentaron socorrerlo, mientras varios cazadores se reían. Pero fue inútil pues la rueda había pasado por encima de su cabeza. Tom murió poco después. No se emprendió ninguna clase de acción legal contra su asesino, Alan Ball.

Tom no ha sido el único saboteador de la caza asesinado. Dos años antes, en 1991, Mike Hill era también asesinado en circunstancias muy semejantes, al término de un sabotaje, atropellado por los cazadores.

Con todo esto no pretendo ni glorificar a Tom ni a Mike. No creo que sea bueno tener ídolos ni héroes. Es importante no olvidar que mucha gente dedica toda su vida a hacer activismo sin que nadie recuerde su nombre. Y por otra parte, a fin de cuentas, los animales no humanos son los primeros que son asesinados como resultado de su discriminación. Por esto no estoy a favor de que consideremos héroes a Tom y a Mike. Más bien debemos considerarlo, simplemente, uno más, como cualquiera de nosotros y nosotras. Pero he querido contaros lo que le pasó porque creo que está bien tener memoria. Creo que es interesante que conozcamos cosas como esta. Yo sólo sé lo que le sucedió a Tom porque otra gente lo ha contado con anterioridad. Así que he pensado que si por mi parte yo también lo cuento, quizás el año que viene alguien más lo recuerde también. Y, quizás, si también contamos otras historias que han sucedido y que van sucediendo, podamos tener una memoria colectiva que nos ayude a ver las cosas desde un prisma más amplio.

8 comentarios sobre “Un poco de memoria

  1. Desconocia estas historias, y creo, que todos los defensores de los animales, debemos recordar este dia, 3 de Abril, como parte de la historia, de nuestra historia.
    Tampoco se, si se les deberia considerar heroes, pero para mi, ya lo son, y como tal, los recordare el resto de mi vida.
    Descansen en Paz, todos los animalistas, os recordaremos.

  2. Esto es algo que no debería haber ocurrido.

    La cuestión es por qué un chaval de 15 años se dedica a meterse en medio de actividades de cacería con todo el peligro que eso conlleva. Y como es que otros que participan y promovieron esos sabotajes permitieron que un muchacho tan joven se expusiera al peligro. Cuanta irresponsabilidad y cuanto despropósito en general.

    La cuestión es también por qué tanta gente piensa que los cazadores hacen algo peor que el resto de la sociedad que consume animales y que participa activamente en su matanza en los mataderos . ¿Qué diferencia hay? Ninguna diferencia en absoluto. La caza y el comer animales es una actividad social que se mantiene por la inercia de la tradición y por el placer que se obtiene de hacerlo. Hacer diferencias morales entre los diferentes usos y agresiones a los animales es incorrecto, es inefectivo y no ayuda en nada para entender el problema desde su raíz.

    Este desgraciado suceso sólo puede tener algún sentido si nos enseña que para cambiar las cosas debemos ir a la raíz del problema y no a sus consecuencias. Y que no tenemos por qué arruinar nuestra vida para ayudar a los demás de manera efectiva. La violencia sólo trae violencia y más violencia y nada más.

  3. Luis, crees que un muchacho de 18 años sería más responsable que uno de 15? y que uno de 20? fue un accidente (por parte del chico) y un homicidio por parte de los cazadores. No creo que haya que sacar conclusiones al respecto, era otra época, sin más, se hacían las cosas de diferente manera,ahora es todo más organizado, lo cual no quita que sea también peligroso, es peligroso un sabotaje a cazadores, es peligroso colgarse con una pancarta, es peligroso saltar a una plaza de toros y en ocasiones también es peligroso manifestarse ¿y que? Es peligroso para un chico de 15 y para uno de 35. Hay chicos de 15 años que usan ciclomotor, son irresponsables los padres? depende del chico, hay chicos de 15 años e incluso de menos que empiezan a practicar escalada, pregunto de nuevo ¿son irresponsables los padres por permitírselo? No lo creo, de ninguna manera. A dia de hoy es casi seguro que nadie permitiríamos a un menor meterse en este tipo de acciones, pero a día de hoy, en el año 2010, desde 1993 ya han pasado 17 años, era distinto y este chico junto con todos los demás fueron los que en parte sentaron unos cimientos, o unos primeros pisos para que el movimiento animalista llegara a donde hoy a llegado, no podemos juzgar determinadas acciones enfocadas a un tipo de maltrato animal porque en las granjas sufran otros animales, es sufrimiento igual y merece también acción, seguramente nunca podamos acabar con el consumo de carne o de alimentos de origen animal, no por ello vamos a dejar la acción en ese campo, pero hay otros campos donde seguramente triunfemos pronto, no perdamos energías sobre un debate que ya conocemos todos y que mayoritariamente apoyamos, que más da si el que sufre es un cerdo, un zorro, un toro o un gatito? hay que unir fuerzas y no dividirse por matices en el pensamiento de cada uno que solo perjudican a los animales.

  4. Luis en lo que se refiere al tipo de activismo que tú consideras efectivo podría estar de acuerdo contigo. Pero ésto fue hace 17 años, lo cual es relevante porque en los inicios de un movimiento, se desconoce lo que será efectivo estratégicamente.
    Además no nos podemos olvidar de que la adolescencia es el momento en el que los animales humanos buscan un lugar propio dentro de la sociedad y es la etapa en la que se adhieren a distintos grupos sociales o movimientos. Incluso me atrevería a decir que sería una buena estrategia mostrar la realidad del sufrimiento animal en los colegios/institutos y no sólo en las universidades.
    Tampoco vamos a ser hipócritas y decir que pedimos carnet a todos aquellos que van a un acto, ya sea un sabotaje, una manifestación, una performance…

  5. En primer lugar, los que organizaban esos sabotajes tenían más de 18 años y más de 20. No eran niños, y conocían perfectamente el peligro al que se exponían los activistas. En cualquier caso, siempre es irresponsable permitir que menores de edad se pongan en peligro, al no poder tener consciencia de lo que están haciendo y decidir libremente si creen conveniente participar.

    Los sabotajes a la caza son uno de las formas de activismo de acción directa más antiguas que se practican en el moderno movimiento por los animales. Hasta donde yo sé, se empezaron a hacer en 1967. Es decir que hasta que ocurrió la muerte de este chico pasaron nada menos que 26 años. Y los que organizan esos sabotajes saben perfectamente lo peligrosos que son. Aunque las muertes y los asesinatos son muy contados, las agresiones, en varios grados, son y siguen siendo numerosas.

    Quien dice que «seguramente nunca podamos acabar con el consumo de carne o de alimentos de origen animal» es un ejemplo de la actitud generalizada del movimiento por los animales, quien no tiene convicción alguna de cambiar la mentalidad de la sociedad y prefiere centrarse en actividades muy concretas -y habitualmente minoritarias o muy minoritarias- para intentar acabar con ellas ya sea a traves de tácticas que se pueden calificar de violentas (como el acoso, la destrucción de la propiedad y el sabotaje); ya sea a través de prohibiciones menores, o de regulaciones que supuestamente busquen reducir el sufrimiento de los animales esclavizados y entorpecer de algún modo la actividad explotadora.

    Lo que sí es un desperdicio de energía, tiempo y recursos es dedicarse a cualquier cosa que no esté centrada en educar a cada individuo y a la sociedad en general para que cambie su mentalidad y lleve el respeto a los animales a la conducta de su propia vida personal y social. Todo lo que no sea enfocar el activismo en una intensiva y variada educación vegana -especialmente si se trata de acciones violentas o legitimadoras en algún modo del especismo y la explotación animal- me parece demostrado que es una grave equivocación.

    ¿A alguien se le ocurriría organizar, por ejemplo, sabotajes a las secciones de productos animales de los supermercados? No hace falta reflexionar mucho sobre ello para ver que es algo absurdo y contraproducente. Pues esto no es diferente del hecho de organizar sabotajes a la caza.

    Y el creer que se puede acabar con una actividad especista concreta (sobre todo cuando tiene mucho apoyo y dinero detrás), sin cambiar antes la causa que las provoca -que es la mentalidad de nuestra sociedad- es la mayor equivocación de planteamiento que todavía estamos padeciendo, y que deberíamos replantearnos y tratar de corregir cuanto antes si no queremos seguir cometiendo sin remedio los erores del pasado, y si queremos empezar a cambiar verdaderamente las cosas yendo al origen del problema.

  6. Mile hill murió a los 18 años también atropellado por cazadores… eso te demuestra que el tener 15 o 18 años no cambia nada, fue un asesinato, y punto.

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